sábado, 10 de octubre de 2009

Me dejo sola para que deshiciera mis maletas y me instalara, una hazaña que hubiera sido imposible para mi madre. Resultaba estupendo estar sola, no tenes que sonreir, ni poner buena cara, fue un respiro que me permitio contemplar a traves del crital la cortina de lluvia con desaliento, y derramar unas lagrimas. No estaba de humor para una gran llantina. Eso podia esperar hasta que me acostara, y me pusiera a refleccionar sobre lo que me aguardaba al dia siguiente.

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